Hay algo que está muy claro: "Los seres humanos somos seres sexuales", es que el sexo constituye uno de los mayores placeres que puede experimentar el ser humano, y es beneficioso no solamente a nivel físico, sino que favorecer el bienestar. Aun así; algunas personas no tienen ningún interés, hay otros que sienten asco, apatía, no tienen ningún impulso positivo, todo lo contrario; es lo que se conoce como erotofobia o fobia al sexo.
Dudas invasivas suelen estar en el subconciente de esas personas, como las siguientes:
- ¿No quieres tener relaciones sexuales ni quieres saber nada de sexo?
- ¿Tienes miedo a tener relacione sexuales o te da asco el sexo y esto interfiere en tu relación de pareja?
- ¿El sexo es el problema en tu relación de pareja?
- ¿No encuentras el momento para tener relaciones sexuales?
- ¿Buscas excusas porque estas cansado o cansada?
- ¿Te obligas para no hacer sentir mal a tu pareja?
- ¿Tienes demasiadas cosas en tú cabeza y no te concentras?
- ¿Tu sexo no es tan maravilloso como te muestran los medios?
- ¿Crees que el sexo no es para ti?
- ¿Hace tiempo que te pasa y esto te hace sentir mal?
¿Por qué este rechazo? ¿Qué ha pasado anteriormente? ¿Qué vivencias ha tenido? ¿Ha sufrido algún abuso, tiene algún trauma?
No lo explicas, pero está ahí. Puede que evites pensar o puede que le des vueltas en tu cabeza y que sientas vergüenza de lo que te pasa.
En otras épocas el sexo era pecado excepto en el matrimonio o para tener hijos, y el sentimiento de culpa afectaba a las relaciones sexuales. Hoy en día damos por sentado que el sexo siempre es natural y divertido, sin embargo, a menudo es motivo de ansiedad y preocupación. Paradójicamente, cuando el sexo se ha convertido en el paraíso, la obligación de tener un gran sexo también es fuente de miedos, bloqueos y en algunos casos, de fobia.
Los casos más claros que determinan algún tipo de fobia al sexo
- Las relaciones sexuales te dan miedo. No tiene nada que ver con tu pareja, puede ser que la tengas y que estés enamoradísimo. El miedo al sexo no tiene nada que ver con el compañero sexual, sino con el hecho de tener relaciones íntimas.
- Te sientes incómodo, intimidado o aburrido con cualquier tipo de contacto físico: abrazos, caricias. Puede que incluso sientas asco por determinado tipo de contacto y no puedes dejar de pensar que es sucio o peligroso para la salud.
- Te aburren los preliminares y sientes rechazo al pensar en iniciar la relación. Es cómo una obligación y te sientes mal por no cumplir.
- Evitas las relaciones. Has dejado de tener relaciones íntimas con tu pareja.
- Si no tienes pareja, ya has empezado a evitar cualquier tipo de relación romántica.
Cuando esto te ha sucedido durante mucho tiempo puede que estés construyendo lo que al comienzo citamos bajo la denominación de fobia al sexo o erotofobia. Es momento de dar paso a los detalles que nos permitan conocerla, comprenderla y confrontarla; ... sigue leyando entonces.
¿Qué es la Erotofobia?
La erotofobia es el término que utilizamos para conceptualizar y definir el miedo irracional que experimentan algunas personas hacia todo aquello que tiene que ver con el sexo y la sexualidad.
Se trata de un trastorno complejo cuyos síntomas pueden variar de un individuo a otro. A menudo quienes lo sufren padecen de más de un miedo específico y en cada caso hay una gran variedad de síntomas y gravedad. En tal sentido, algunos sienten un gran temor al entrar en contacto con objetos sexuales, otros sienten pánico a la intimidad sexual y otros a la penetración.
Las personas con esta fobia pueden experimentar altas dosis de miedo a cualquier tipo de acto sexual o a la posibilidad de intimar con otra persona.
En esta condición fóbica la sola consideración de un acto sexual genera a la persona asco, repulsión y ansiedad. Se siente amenazada y desarrolla un miedo muy intenso, por eso hace todo lo posible para evitar ese tipo de contacto.
Cada persona lo vive de manera diferente, al igual que el sexo. Nada tiene que ver con el afecto que sientes hacia tu pareja de siempre o la atracción hacia alguien que acabas de conocer. Simplemente es miedo a ser sexual con otra persona. No eres asexual, necesitas intimidad, pero la relación sexual supone un problema para ti.
Conviene no asociar con frigidez a la erotofobia, porque son términos distintos.La frigidez puede estar asociada con el trastorno por aversión al sexo, pero la erotofobia es el miedo irracional al sexo. En un sentido más preciso, frigidez significa falta de capacidad para obtener el orgasmo vaginal, en la erotofobia hay miedo a no experimentar un orgasmo por tanto desestimula el acto sexual.
Los 5 casos de miedo más comunes
Hay diferentes razones por las que tememos y evitamos el sexo, y acabamos construyendo esta fobia específica.
- Miedo al fracaso. Aparecen pensamientos intrusivos derivados del miedo a no alcanzar un orgasmo o erección, o a perderla. Se entra en un estado de preocupación que lleva al mecanismo de no encontrar o perder aquello que se busca o no se quiere perder, es la paradoja de más lo busco menos lo encuentro.
- Miedo a no estar a la altura, a decepcionar a la pareja. Hay muchas expectativas respecto de la relación sexual, como debería ser la relación, como deberíamos comportarnos. Puede que nos dé miedo comunicar a nuestra pareja nuestros deseos o necesidades. Nuestra historia pasada, nivel de autoexigencia o deseos profundos pueden estar influyendo en la percepción de fracaso en la relación sexual y hacer que la evitemos.
- Miedo al dolor de la penetración o a ser dañado en alguna parte sensible. También miedo a hacerle daño a la pareja.
- Miedo a perder el control de uno mismo o de las propias funciones del cuerpo, a hacer el ridículo por falta de experiencia, a sufrir por anteriores relaciones que no fueron bien. Paradójicamente cuando quiero sentir una cosa espontánea no lo consigo. El exceso de control nos hace caer en el descontrol o en el bloqueo de la cosa deseada.
- Miedo a mostrar alguna parte del propio cuerpo.
Causas de la erotofobia
El sexo y la sexualidad son aspectos muy importantes de la condición humana, y la erotofobia puede tener un impacto devastador en aquellos que lo experimentan. Algunas personas que sufren esta fobia eligen vivir su vida de manera asexual, es decir, sin tener relaciones sexuales, y otras tienen serias dificultades para mantener relaciones íntimas con otras personas de manera satisfactoria.
La erotofobia puede tener múltiples causas, que van desde experiencias traumáticas relacionadas con el sexo hasta creencias culturales o religiosas restrictivas sobre la sexualidad. Algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de la fobia al sexo son:
Experiencias traumáticas
Generalmente, la causa de esta fobia es el aprendizaje asociativo o condicionamiento clásico que ocurre cuando una persona experimenta un evento traumático relacionado con el sexo y la sexualidad, por ejemplo, al haber sufrido una mala experiencia sexual en el pasado o por haber sido objeto de burlas por el tamaño de sus genitales (en el caso de los hombres).
El haber sido víctima de abuso sexual, haber presenciado escenas de sexo violento o haber vivido experiencias sexuales negativas en el pasado pueden desencadenar la erotofobia en algunas personas. Estos traumas pueden generar asociaciones negativas con el sexo y provocar un miedo intenso hacia cualquier actividad sexual
Creencias culturales y religiosas
En algunas culturas o religiones, la sexualidad puede ser percibida como algo vergonzoso, pecaminoso o inapropiado. La internalización de estas creencias restrictivas sobre el sexo puede llevar a desarrollar miedo o aversión hacia cualquier expresión de la sexualidad.
Factores psicológicos
En general, las personas pueden experimentar muchos miedos entorno al sexo:
- problemas de autoestima,
- miedo a que nos vean desnudos,
- ansiedad generalizada,
- trastornos de ansiedad o depresión,
- La inseguridad,
- miedo al contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual,
- miedo a un embarazo no deseado,
- miedo a fracasar en la relación,
- miedo a no cumplir las expectativas del otro,
- miedo al rechazo,
- la preocupación por el rendimiento sexual especialmente no alcanzar el dichoso orgasmo.
La anterior lista, aunque dejaría por fuera otros miedos, por la diversidad de caracteres humanos, recoge algunos de los pensamientos y emociones que pueden alimentar este temor irracional hacia el sexo. Aunque claro, una buena educación sexual y una plática acercamiento con la pareja para generar confianza pueden solucionarlo.
Síntomas de la erotofobia
Debido a la variedad de los trastornos fóbicos relacionados con el sexo y la sexualidad, el objeto o la situación que provoca la fobia puede variar. No obstante, los síntomas suelen ser los mismos:
Comportamientos evitativos
Las personas con fobia al sexo tienden a evitar cualquier situación que implique actividad sexual, ya sea por miedo, vergüenza o ansiedad. Esto puede llevar a dificultades en las relaciones de pareja y a un aislamiento social.
Ansiedad | pánico | angustia
Experimentan una ansiedad extrema ante la presencia del objeto o situación que causa la fobia o hacia los pensamientos o imágenes de éste. La sola idea de tener relaciones sexuales o al encontrarse en situaciones sexualmente provocativas,conduce a las personas erotofóbicas a experimentar intensa ansiedad, síntomas de pánico, taquicardia, sudoración y dificultad para respirar.
Pensamientos obsesivos
Las personas con erotofobia pueden experimentar pensamientos recurrentes y perturbadores relacionados con el sexo, que les generan malestar emocional y les resulta difícil controlar. Algunas manifestaciones son:
Algunas manifestaciones
- Miedo intenso hacia los objetos, situaciones y pensamientos relacionados con el sexo y la sexualidad
- Desorientación y falta de concentración.
Aversión física
Se experimentan manifestaciones físicas al enfrentarse a situaciones sexuales; se pueden mencionar las siguientes:
Algunas manifestaciones
- náuseas.
- temblores.
- mareos.
- Sensación de falta de aire e hiperventilación.
- Hipersudoración.
- Boca seca.
- Tensión en los músculos.
- Latido acelerado del corazón y aumento de la frecuencia cardíaca.
- Malestar estomacal y dolor de cabeza.
Tipologías documentadas
Quizás reconozcas tu problema en alguno de estas fobias.
Filemafobia
Comúnmente el preludio de una relación amorosa, y preámbulo para incitar relaciones sexuales arranca con la pasión de los besos, pero hay personas que experimentan problemas con el disfrute de tan delicioso placer, y son los que padecen de Filemafobia también conocida como filematofobia, para contextualizar los comportamientos que originan el miedo a los besos.
Puede tener muchas causas y a menudo está vinculada a las preocupaciones físicas, como una preocupación por el mal aliento o incluso la fobia a los gérmenes.
Hay también los casos de asco o repulsión derivado a la modalidad de algunos de besar introduciendo la lengua en su compañero (a), que pese a ser recurrente (de hecho, de amplia difusión en escenas cinematográficas especialmente las pornográficas), no obstante, no es del agrado en todas las personas; incluso, hay quienes tal expresión amorosa les provoca fatiga.
Genofobia:
También conocida como Coitofobia, se refiere al miedo irracional y los picos de estrés ante la penetración y específicamente al acto sexual.
Los individuos que padecen de esta patología no tienen problemas con los preliminares, es decir, pueden perfectamente iniciar relaciones románticas y se disfruta de la intimidad, con actividades como besos o abrazos, pero se bloquea ante la idea de avanzar más allá físicamente y que conlleve al coito.
Quiraptofobia
Miedo a ser tocado de manera generalizada, o en una parte específica del cuerpo, frecuentemente en alguna de las zonas eróticas, las cuales son por definición muy sensibles al tacto.
Gimnofobia:
También conocida con el nombre de Nudofobia, define el miedo a la desnudez, a mostrarse desnudo o a ver a los demás desnudos. La persona siente vergüenza porque percibe su cuerpo de manera negativa, o simplemente tiene arraigada la idea de que la desnudez es algo negativo, lo cual puede ocurrir como consecuencia de una experiencia traumática.
Es un trastorno complejo en el que las personas tienen miedo de estar desnudas y que lo estén las personas de alrededor.
Obviamente, este miedo puede indicar problemas de imagen corporal o sentimientos de inadecuación.
Espermatofobia:
Miedo al semen, tanto a verlo como a tocarlo.
Falofobia y colpofobia:
Miedo a partes del cuerpo relacionadas con la sexualidad, comúnmente al pene o a los genitales femeninos. Pueden darse tanto en hombres como en mujeres.
Muchas mujeres experimentan estrés a tener relaciones con varones dotados con penes muy grandes, lo cual les causa molestias, conduciendo al rechazo de la pareja.
Hafefobia
Esta fobia se caracteriza por el miedo al contacto físico, es decir, a ser tocado, y a menudo afecta a todas las relaciones, no sólo los de una naturaleza romántica. Algunas personas lo experimentan al mínimo contacto, mientras que otras ante un contacto más prolongado.
Parafobia:
El miedo a la perversión sexual también es una fobia complicada. Algunas personas tienen miedo a pervertirse a sí mismas, mientras que otras temen las perversiones de otros. Incluso, agobia la idea de que la relación sexual en sí sea una cosa perversa.
Algunas personas con parafobia son capaces de disfrutar de las relaciones sexuales de tipo tradicional, que encajan bien dentro de su código moral personal. Mientras que otros tienen miedo de que cualquier forma de intimidad pueda ser pervertida.
En estos casos, la duda persigue a tales pacientes y pueden acabar evitando las relaciones totalmente, inmersa en un mar de dudas.
Dispareunia y Vaginismo.
El miedo a la penetración provoca el intento de control que tensiona los músculos generando más dolor. Paradójicamente el intento de relajarse provoca más tensión.
Medolmacufobia
En este tipo de fobia, frecuentemente la persona pierde la erección en su intento de mantenerla o por el miedo a perderla.
Miedo a la intimidad:
Este miedo no tiene que ver con el acto sexual en sí, sino con el hecho de sentirse próximo a la otra persona tanto en el sentido emocional como físico.. La persona puede tener relaciones, pero se bloquea ante lo que siente como una invasión de su cuerpo y de su control sobre sí mismo en la relación íntima, y acaba evitando la relación, construyendo así una fobia invalidante.
Miedo a la vulnerabilidad:
A semejanza con el miedo extremo hacia la intimidad, el temor a la vulnerabilidad a menudo está vinculado falta de control de la relación sexual y/o al temor al abandono. Muchas personas temen mostrarse como son, pues creen que así no gustarán a otros. La persona tiene miedo de mostrarse vulnerable o de sufrir si no gusta lo suficiente o no lo hace lo suficientemente bien.
El miedo a la vulnerabilidad puede afectar a numerosas relaciones, tanto sexuales como no sexuales.
El miedo a la intimidad y el miedo a la vulnerabilidad pueden acabar provocando un Trastorno por falta de deseo o al bloqueo de las sensaciones que llevan al orgasmo o Anorgasmia.
Tratamiento
Las fobias son trastornos frecuentes y existen de muchos tipos de trastornos fóbicos. Pero a pesar de que los objetos o situaciones que causan estas fobias sean diferentes, el procedimiento suele ser similar en la mayoría de los casos.
Por otro lado, puesto que el sexo es una parte muy importante de la vida de una persona y suele afectar también a las relaciones de pareja, el tratamiento suele incluir un refuerzo para mejorar la autoestima y corregir aquellas creencias que interfieren en el bienestar del paciente.
En general el tratamiento de la fobia al sexo puede implicar terapia psicológica individual o de pareja, medicación en casos de ansiedad severa, y técnicas de exposición gradual al objeto de temor (en este caso, el sexo). Algunas de las estrategias terapéuticas que pueden ser útiles incluyen:
Terapia cognitivo-conductual
Los pacientes con algún tipo de fobia responden bien a la psicoterapia, y los estudios científicos indican que la terapia cognitivo conductual es realmente útil para el tratamiento de este trastorno. Las técnicas de relajación y las técnicas de exposición son las más utilizadas.
Esta modalidad terapéutica ayuda a identificar y modificar los pensamientos irracionales y las creencias negativas asociadas al sexo, así como a desarrollar estrategias para afrontar el miedo y la ansiedad de manera más adaptativa.
Terapia de exposición
La exposición gradual a estímulos relacionados con el sexo, en un ambiente controlado y seguro, puede ayudar a reducir progresivamente la ansiedad y el miedo asociados a la activación sexual. Esta técnica se utiliza de forma gradual y respetuosa, adaptándose al ritmo de la persona afectada.
Una técnica de exposición que ha demostrado ser realmente efectiva en el tratamiento de las fobias es la desensibilización sistemática, que expone gradualmente al paciente a las situaciones sexuales que teme a la vez que le dota de herramientas adaptativas para hacer frente al estímulo fóbico.
Terapia de pareja
Si la fobia al sexo afecta a la relación de pareja, es recomendable involucrar a la pareja en el proceso terapéutico. La terapia de pareja puede ayudar a mejorar la comunicación, la comprensión mutua y a encontrar soluciones conjuntas para afrontar los desafíos que implica la fobia al sexo.
Otras terapias
Además de la terapia cognitivo conductual, la hipnosis o el Mindfulness también han mostrado ser efectivos.
Fármacos
En casos extremos, es decir, aquellos en los que el paciente sufre una gran ansiedad, pueden emplearse fármacos. Ahora bien, siempre combinados con la terapia psicológica y nunca como única opción terapéutica.
“Apps” para el tratamiento de fobias
En la actualidad, las nuevas tecnologías forman parte de todos los ámbitos de nuestra vida. Podemos comprar por internet, formarnos en universidades a distancia e incluso recibir terapia online.
Además, el móvil nos sirve también como ayuda o herramienta terapéutica en el caso de las fobias, pues existen diferentes “apps” que ayudan a los pacientes con trastorno fóbico a través de la realidad virtual o la realidad aumentada.
- Puedes saber más sobre estas aplicaciones en este artículo: “8 apps para tratar fobias y miedos desde tu smartphone”
Para finalizar, es conveniente la siguiente y necesaria acotación: "Esta información tiene un carácter meramente informativo. Para obtener asesoramiento o diagnóstico médicos, consulta a un profesional".
Bibliografía
https://www.juliapascual.com/fobia-al-sexo/#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20es%20la%20Erotofobia%3F,al%20igual%20que%20el%20sexo.
https://psicologiaymente.com/clinica/fobia-al-sexo-erotofobia
https://www.mentesabiertaspsicologia.com/blog-psicologia/erotophobia-tratamiento-del-miedo-al-sexo